jueves, 31 de octubre de 2013


En este vídeo se explica muy claramente el funcionamiento de las particulas a niveles sub-atómicos. Este patrón de comportamiento que demuestra la dualidad onda-particula se conoce desde hace años, de hecho, la primera vez que se realizó fue en 1801 por parte de Thomas Young. Me parece de mucho interés compartirlo aquí para así facilitar el entendimiento de la Realidad de cara a futuras entradas.
A esta curiosa propiedad de la meteria recurriremos en otras ocasiones pues es la piedra angular de la física cuántica.
Breve análisis de los factores de seguridad vs. libertades civiles.
Por Joan Salas

En estos días estamos viviendo una verdadera avalancha de informaciones relacionadas con el macroespionaje que se habría llevado a cabo sistemáticamente, y sobretodo en lo relacionado con nuestras comunicaciones cibernéticas. Creo necesario realizar algunas aclaraciones que, de entrada, no se ofrecen quizás por resultar  a priori obvias ni en los medios de comunicación ni por parte de los oportunos responsables politicos.

Los Servicios Secretos tienen como misión principal la de anticipar en la medida de lo posible todas las amenazas a nuestra sociedad, esto es, al Estado, porqué la primera consideración que cabe realizar aquí es que el Estado como tal somos todos, es la comunidad de todos nosotros. No es por tanto un ente aparte e inapelable, la principal prueba de ello es la participación ciudadana para alterar y/o alternar el rumbo de la política en la medida de lo posible y razonable, mediante las oportunas elecciones cada cuatro años. Por lo tanto los servicios de información realizan en base a esta premisa un trabajo fundamental para la seguridad de todos los cuidadanos que, repito, componemos el Estado.

El trabajo de estos cuerpos, otra obviedad que conviene recordar, es por definición "secreto", y esto quiere decir que no puede ser revelado, no por ilegal si no por secreto justamente, pues cualquier revelación podría poner en grave riesgo la vida de muchas personas. La "escuchas" masivas se circunscriben en este campo. Creo necesario en este punto aclarar también en qué consiste la "escucha" de 60 millones de comunicaciones electrónicas. Nadie en su sano juicio puede creerse que alguien o algunos están con los auriculares puestos escuchando tantos millones de llamadas en solo 30 días, haría falta una cantidad imposible de personal, es fundamental saber que son las máquinas, supercomputadoras concretamente, las que realizan este trabajo, no hay absolutamente nadie al otro lado del teléfono o del PC más que nuestro interlocutor, ahora bien, si en nuestra conversación utilizamos palabras que el sistema tiene programado como valores predeterminados peligrosos, tales como los relacionados con el terrorismo islámico, tráficos de drogas o armas, o conversaciones potencialmente alarmantes, se activa entonces una alerta y esta conversación y las posteriores pasan a ser susceptibles de ser escuchadas, ahora sí, por personal cualificado que evaluará la potencialidad real del riesgo, si es que lo hubiere.

Gracias a esto se han podido evitar actuaciones terroristas, tales como los atentados frustrados contra la línea 4 del metro de Barcelona a su paso por la Plaza de Catalunya, bombas varias en aviones por todo el mundo, descarrilamientos de trenes y un largo etc. de actos contra la seguridad y la vida de todos nosotros, algunos de gran envergadura con la utilización de material radiológico o químico.
Caso a parte serían las escuchas a políticos o al mismísimo Santo Padre, que según parece también se han dado, quizás no se fíen de Merkel y su politica de asuteridad o quieran saber qué tal es este papa, esto se aclarará sin duda en el esfera de la alta política.

Como digo sí echo de menos la explicación de las "obviedades" como digo, porque las creo muy necesarias aquí, por ejemplo, el general José Félix Roldán, jefe del CNI y persona muy capaz, no supo o no pudo explicar ante los medios en qué consistiría su comparecencia ante la Comisión de Secretos Oficiales en el Parlamento a colación de las macroescuchas, pienso que escudarse en el reglamento como hizo no ayuda, preferiría y lo digo con todo el respeto, que las explicaciones hubiesen ofrecido algo tan normal y lógico como una apelación a la sensatez, la seguridad común y quizás acompañada de alguna estadística o dato sobre acciones abortadas (palabra fea donde las haya) en relación al tema que nos ocupa, por supuesto sin ofrecer detalles más que los verdaderamente relevantes.

Que existan los servicios de la Comunidad de Inteligencia debería tranquilizarnos a todos, velan por que nuestras vidas discurran sin sobresaltos, pues nuestro mundo ha derivado en pocos años en un lugar donde cualquier chiflado, henchido de odio religioso, o un grupo de criminales organizados cualquiera pueden destrozar las vidas de mucha gente o romper la convivencia de un país entero. Pensemos esto cada vez que sintamos invadida nuestra intimidad por un ordenador, que no una persona, o creamos en conspiraciones tan dadas en nuestros inciertos tiempos y arraigadas en nuestro modelo de pensamiento.

Para terminar una pequeña reflexión que utilizo en estas conversaciones a modo de broma: Nuestras vidas, por muy interesantes que nos resulten a nosotros mismos, no necesariamente lo sean tanto como para ser espiadas por las computadoras. Lo siento.


miércoles, 30 de octubre de 2013

Comparto este interesante artículo que concuerda con las recientes observaciones sobre la naturaleza del Universo en su faceta más intima. La verdadera naturaleza de la Realidad.

Un extraño ruido detectado por el GEO 600 podría probar que vivimos en un holograma
El detector de Hanóver quizá se haya topado con el límite fundamental del espacio-tiempo

El detector de ondas gravitacionales GEO 600, de Hanóver, en Alemania, registró un extraño ruido de fondo que ha traído de cabeza a los investigadores que en él trabajan. El actual director del Fermilab de Estados Unidos, el físico Carl Hogan, ha propuesto una sorprendente explicación para dicho ruido: proviene de los confines del universo, del rincón en que éste pasa de ser un suave continuo espacio-temporal, a ser un borde granulado. De ser cierta esta teoría, dicho ruido sería la primera prueba empírica de que vivimos en un universo holográfico, asegura Hogan. Nuevas pruebas han de ser aún realizadas con el GEO 600 para confirmar que el misterioso ruido no procede de fuentes más obvias. Por Yaiza Martínez.

Gran espejo
Los componentes ópticos del haz de láser del GEO600 están hechos de cuarzo fundido. Fuente: Instituto Albert Einstein de Hanóver.
Gran espejo. Los componentes ópticos del haz de láser del GEO600 están hechos de cuarzo fundido. Fuente: Instituto Albert Einstein de Hanóver.
En 2006, Tendencias21 publicaba un artículo en el que se aunciaba la puesta en marcha del GEO 600 de Hanóver, en Alemania, un detector de ondas gravitacionales que se creía podía revolucionar la astronomía. La misión del GEO 600 consistía en detectar de manera directa lo que nunca antes había sido detectado: las elusivas ondas gravitacionales, que son ondulaciones del espacio-tiempo producidas por un cuerpo masivo acelerado –como un agujero negro o una estrella de neutrones- y que se transmiten a la velocidad de la luz. Estas ondas gravitacionales fueron predichas por la Teoría de la Relatividad de Einstein, pero en realidad sólo se han podido recoger evidencias indirectas de ellas.

Tampoco el GEO600, en sus años de funcionamiento, ha conseguido detectar de forma directa las ondas gravitacionales pero, según publicó recientemente la revista Newscientist quizá, casualmente, se haya topado con el más importante descubrimiento de la física en los últimos 50 años.

Gigantesco holograma cósmico
Un extraño ruido detectado por el GEO600 trajo de cabeza a los investigadores que trabajan en él, hasta que un físico llamado Craig Hogan, director del Fermi National Accelerator Laboratory (Fermilab), de Estados Unidos, afirmó que el GEO600 se había tropezado con el límite fundamental del espacio-tiempo, es decir, el punto en el que el espacio-tiempo deja de comportarse como el suave continuo descrito por Einstein para disolverse en “granos” (más o menos de la misma forma que una imagen fotográfica puede verse granulada cuanto más de cerca la observamos).
Según Hogan, “parece como si el GEO600 hubiese sido golpeado por las microscópicas convulsiones cuánticas del espacio-tiempo”. El físico afirma que si esto es cierto, entonces se habría encontrado la evidencia necesaria para afirmar que vivimos en un gigantesco holograma cósmico.
La teoría de que vivimos en un holograma se deriva de la comprensión de la naturaleza de los agujeros negros y, aunque pueda parecer una teoría absurda, tiene una base teórica bastante firme.
Los hologramas de las tarjetas de crédito y billetes están impresos en películas de plástico bidimensionales. Cuando la luz rebota en ellos, recrea la apariencia de una imagen tridimensional. En la década de 1990, el físico Leonard Susskind y el premio Nobel Gerard ‘t Hooft sugirieron que el mismo principio podría aplicarse a todo el universo.

Unidades de información
Según esta teoría, nuestra experiencia cotidiana podría ser una proyección holográfica de procesos físicos que tienen lugar en una lejana superficie bidimensional. Desde hace algún tiempo, los físicos han mantenido que los efectos cuánticos podrían provocar que el continuo espacio-tiempo convulsionara descontroladamente a escalas muy pequeñas. A estas escalas, la red espacio-temporal podría granularse, y estar compuesta de diminutas unidades (similares a los píxeles) de un tamaño de aproximadamente cien trillones de veces el tamaño del protón.
Si el ruido captado por el GEO600 ha registrado estas hipotéticas convulsiones, según Hogan, la descripción del espacio-tiempo cambiaría radicalmente. Eso supondría considerar el espacio-tiempo como un holograma granulado, y describirlo como una esfera cuya superficie exterior estaría cubierta por unidades del tamaño de la longitud de Planck (distancia o escala de longitud por debajo de la cual se espera que el espacio deje de tener una geometría clásica).
Cada una de estas “piezas” del mosaico universal sería, asimismo, una unidad de información. Y, según el principio holográfico, la cantidad total de información que cubre el exterior de dicha esfera habría de coincidir con el número de unidades de información contenidas en el volumen del universo.

Detección posible o error de fondo
Teniendo en cuenta que el volumen del universo esférico sería mucho mayor que el volumen de la superficie exterior, este galimatías se complica aún más. Pero Hogan también señala una solución para este punto: si ha de haber el mismo número de unidades de información o bits dentro del universo que en sus bordes, los bits interiores han de ser mayores que la longitud de Planck. “Dicho de otra forma, el universo holográfico sería borroso”, explica el físico.
El rayo láser del detector de ondas gravitacionales sólo puede verse con un dispositivo especial. Fuente: Wolfgang Filser/Max Planck Society.
El rayo láser del detector de ondas gravitacionales sólo puede verse con un dispositivo especial. Fuente: Wolfgang Filser/Max Planck Society.
La longitud de Planck ha resultado demasiado pequeña para ser detectada hasta la fecha, pero Hogan afirma que el GEO600 ha podido registrarla porque la “proyección” holográfica de la granulosidad podría ser mucho mayor, de alrededor de entre 10 y 16 metros.
Lo que ha detectado el GEO600, en definitiva, podría ser la borrosidad holográfica del espacio-tiempo, desde el interior de este universo holográfico. Cierto es que aún está por demostrar que el extraño ruido captado, de frecuencias entre los 300 y 1.500 hertzios, no proceda de cualquier otra fuente, reconoce Hogan.
Esta posibilidad también ha de considerarse, dada la sensibilidad del detector para captar desde el ruido del paso de las nubes hasta el de los movimientos sísmicos terrestres. De hecho, los investigadores del detector se afanan continuamente en “borrar” ruidos de fondo detectados por el GEO600, para poder definir lo importante.

Nuevas pruebas
De cualquier manera, si el GEO600 hubiera descubierto el ruido holográfico procedente de las convulsiones cuánticas del espacio-tiempo, entonces ese ruido obstaculizaría la detección de las ondas gravitacionales. Sin embargo, por otro lado, el hallazgo podría suponer un descubrimiento incluso más fundamental, sin precedentes en la historia de la física.
Según publicó recientemente la web del GEO600, para probar la teoría del ruido holográfico, la sensibilidad máxima del detector ha sido modificada hacia frecuencias incluso más altas.
Los científicos consideran que el GEO600 es el único experimento del mundo capaz de probar esta controvertida teoría, al menos en la actualidad.

lunes, 28 de octubre de 2013


El verdadero Estado de nuestro tiempo es el dinero

La cultura postmoderna desecha como basura las instituciones democráticas

Vivimos bajo el imperio de la caducidad y la seducción, en el que el verdadero «Estado» es el dinero. Se trata de un tiempo post-histórico que ha abrazado de manera no consciente la cultura postmoderna desechando todo lo anterior como trastos viejos. Entre estos “trastos”, que ni siquiera son restos arqueológicos de poco valor sino basura, los más abultados son las Instituciones de los Estados Democráticos. Por Javier del Arco, Biólogo y Filósofo

Heráclito de Éfeso propuso un paradigma del mundo presidido por el cambio permanente, de manera que todo cambiaba y nada permanecía o era. Sin embargo, este sabio de Grecia no pensó en destruir la polis griega ni su areté. La postmodernidad actual está en ello.

En su obra “Modernidad Líquida” Zygmunt Bauman investiga cuáles son las características de las cúspides de la sociedades capitalistas, siempre muy minoritarias y rigurosamente diferentes de la sociedades burguesas o de las viejas hidalguías e infanzonías, tanto de la que se ha mantenido en transcurso del tiempo, como aquellas que han cambiado.
 

Un desmedido afán acumulativo

Destaquemos en primer lugar una característica del gran capital: la acumulación por la acumulación. Esta forma de proceder ha estado siempre presente en la estructura de los grandes capitales pero, en el llamado capitalismo tardío, esencialmente financiero y que se corresponde con el final de  la modernidad y comienzo operativo de la postmodernidad, dicho afán acumulativo adquiere un carácter nuclear.
Como consecuencia directa de ese desmedido afán acumulativo, se incrementa el individualismo de la población en general y las relaciones humanas devienen en precarias y volátiles. Se trata de competir, no de cooperar, incluso entre colegas. Así, cada vez menos se habla de equipos y mucho más de personajes providencia. Los caza-talentos fichan personas y no equipos conjuntados.
Se produce así una sensible disminución de la solidaridad y un incremento exponencial del egoísmo. Este último es una plaga que se extiende y de la que son paradigmas aquellos más pudientes. La sociedad líquida propicia ese cambio porque, como buena hija de la postmodernidad que niega cualquier gran relato, se aleja de cualquier conjunto de valores entrelazados entre si que se pudiesen nutrirse en fuentes humanísticas.
De manera que cualquier estructura potente que conforme un marco de justicia, especialmente justicia social, es indeseable.
 

Fluidificar para domesticar y consumir

La modernidad líquida, lo repetiremos hasta la saciedad,  es cambio continuo y transitoriedad. Ello implica necesariamente inquietud e inestabilidad. Se diría que los postmodernos líquidos propugnan esa inestabilidad para mantener al límite la tensión de los individuos. Ninguna faceta de la vida humana es estable, especialmente dos fundamentales: el trabajo y la familia.
De lo que se trata, escribe Bauman, es de relajar, fluidificar y, finalmente, diluir, cualquier norma que entrañe algún obstáculo para los grandes poderes económicos.
Así, desde el nacimiento de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Uruguay en 1993 –en cuyo proceso la inteligencia norteamericana echó el resto- se viene produciendo un proceso imparable de “desregulación, flexibilización y liberalización de los mercados» tal y como señala Bauman.
Todo ello genera un cúmulo de tensiones, no sólo sociales sino también existenciales. Estas últimas surgen cuando los humanos nos relacionamos mal –y lo hacemos cada vez peor- o simplemente prescindimos del otro, de nuestro prójimo, salvo para un disfrute material efímero, un uso divertido o placentero, convirtiéndolo, como dice Vicente Verdú, en un “sobjeto” híbrido esperpéntico de sujeto (persona) y objeto (material fungible).


El nuevo Estado como propiedad particular.

Estado versus estado. La sociedad líquida se ha segregado para que los modelos y estructuras sociales no puedan perdurar y por lo tanto tampoco enraizarse. Así, vivimos bajo el imperio de la caducidad y la seducción en el que el verdadero «Estado» es el dinero, por lo que se genera un marco en el que se renuncia a la memoria de los hechos, tanto generales como particulares.
El olvido no sólo del Ser –que tanto preocupó a Heidegger- sino también del pasado colectivo, constituyen una condición que caracteriza un tiempo post-histórico que ha abrazado de manera no consciente la cultura postmoderna desechando todo lo anterior como trastos viejos.
Entre estos “trastos”, que ni siquiera son restos arqueológicos de poco valor sino basura, los más abultados son las Instituciones de los Estados Democráticos


Una clase política que máquina su propia autodestrucción

Vivimos un periodo histórico de máxima incertidumbre. Nace así una sociedad de múltiples riesgos, en la que se han debilitado los sistemas de seguridad que protegían al individuo en lo social, lo económico, lo educacional, lo cultural, lo jurídico y todo lo que se relaciona con la integridad física y moral de la persona.
La nueva sociedad liquida rezuma riesgos e incógnitas. Y la clase política que habita en ella –al servicio de oscuros intereses espurios que en su momento no hurtaremos al lector-  es incapaz de percibir que en el fondo hoy labra, con mayor o menor presteza, su propia aniquilación.
Pero hay algo mucho peor en el horizonte que la desaparición de una élite política en el sentido “paretiano” de la misma. Ese eclipse sería bueno en si mismo porque dicha clase se halla deshecha por la corrupción y los particularismos.
La política democrática de calidad muy baja, crecientemente alejada de los ciudadanos, se devalúa día tras día y de esas devaluaciones surgen inevitablemente populismos que son antesala directa del totalitarismo. Y los hechos que acaecen parecen indicar que ese tiempo está próximo.
 


sábado, 26 de octubre de 2013

Una cosa muy interesante y didáctica que merece la pena saber:


http://www.youtube.com/watch?v=VTfZ-6h6R-0
Para comenzar comparto aquí este articulo que describe de forma muy completa una de las más recientes visiones del Universo (la Realidad pura o Ente) Su lectura es imprescindible a la hora de comprender la profundidad de los cambios de paradigma que se proponen desde el mundo científico y filosófico.

http://www.tendencias21.net/El-Universo-como-fractal-un-modelo-del-cosmos-que-gana-validez-cientifica_a24995.html